Hace unos meses tuve la suerte de recibir una herencia de un barco y un motor de mi difunto tío. Obviamente, me alegré mucho. Sin embargo, estaba guardado en el garaje de mi difunto tío y el albacea se negó a darme la posesión de la embarcación y el motor hasta que se completara la sucesión en la herencia. Por desgracia, la semana pasada se produjo un incendio en el garaje y tanto la embarcación como el motor quedaron destruidos. Estoy destrozado, por favor, aconséjenme.
Cuando una persona hace un testamento nombra a un albacea, dentro del cuerpo del testamento, para que lleve a cabo las instrucciones del mismo. El albacea está obligado por ley a conservar, proteger y administrar el patrimonio de la persona fallecida de forma estrictamente conforme a los términos del testamento.
Esta obligación de conservar y proteger los bienes de la herencia significa que el albacea está obligado a garantizar que todos los bienes estén adecuadamente protegidos hasta que se distribuyan. En el cumplimiento de esta obligación, el albacea debe asegurarse de que todos los bienes que deben estar asegurados lo estén por su valor de mercado.
En el desafortunado caso de que el albacea de la herencia de su tío fallecido no haya contratado un seguro para proteger los bienes de la herencia, usted puede demandar al albacea personalmente por las pérdidas sufridas. Obviamente, esto puede ser una acción indeseable ya que el albacea es probablemente su pariente. Es aconsejable ponerse en contacto con el albacea sin demora para que confirme la existencia de una póliza de seguro.